Daddy Yankee no se afana con el éxito

NUEVA YORK – Con tan sólo cuatro horas de sueño, el rapero Daddy Yankee se disfrutó hasta la saciedad el mar de gente que lo aclamó frente al negocio El Cuchifrito, ubicado en el Bronx.

Aunque no se había anunciado la presencia del exponente de reggaetón en ese sector neoyorquino, la voz se corrió el domingo como pólvora, al punto de que la entrada del negocio quedó arropada por el gentío que paralizó parte de la calle 188.

En cuestión de segundos, la acera frente al establecimiento se llenó de fanáticos de todas las edades que, a través de las ventanas de cristal del criollo establecimiento, observaban eufóricos al intérprete de "Rompe".

El artista, que realizaba una entrevista para MTV Puerto Rico, saludó con simpatía desde el interior del local a los fans que no dejaban de admirarlo a gritos y posó para que le fotografiaran. Además, repartió varios autógrafos.

Pero al momento de salir del lugar, la tarea no fue fácil, porque la gente no quería moverse, lo que obligó a que el rapero fuese escoltado por una cadena humana. Aun así no se pudo impedir que la gente se lanzara sobre él.

Por suerte, entre empujones, halones e histeria, llegó al Lowes Paradise Theatre, ubicado a pocos pasos de El Cuchifrito, para ensayar con una banda en directo el concierto "MTV2 $2 Bill/Daddy Yankee" que presentaría anoche.

Reacciones tan positivas como ésta, por parte de su público, son para el artista muestra del cariño real de quienes lo siguen.

"Maté muchas dudas que tenía. La calle se paralizó y eso me sorprendió. A pesar que he tenido éxito, la gente me sigue queriendo, porque con el éxito creen que uno es inalcanzable y no es así. ¡Esto es real!", expresó en entrevista con PRIMERA HORA.

El Cangri, como se le conoce en el ámbito del reggaetón, anotó que "me lo estaba disfrutando y en medio del gentío también".

"Los corazones de ellos estaban motivaos y el mío también, como si fuera ellos", dijo emocionado.

Su cuerpo le pide más gasolina

Hace tres años Daddy Yankee lleva una agitada agenda, que incluye muchos viajes fuera de su isla, por lo que ya siente la necesidad de tomarse un descanso junto a su familia para recargar baterías.

"El cuerpo me está pidiendo un break y la computadora mía está en blanco. Estoy con la reserva de gasolina corriendo como los carros", comenta riendo desde uno de los camerinos del Lowes Paradise Theatre.

Sus vacaciones, anunció, serán en Puerto Rico porque "no quiero saber de viajes, ni de hoteles. Lo que quiero es ir a Villa Kennedy (residencial donde se crió), para estar en mi apartamento y jugar baloncesto".

Mientras, el popular rapero aseguró no temer por su vida ni de retomar su gira Latinoamericana, a pesar del tiroteo que se suscitó en medio de uno de sus recientes conciertos en Guatemala.

Sobre ese tipo de situación, expresó que "eso está fuera del control del artista. A lo mejor otro artista se hubiera ido pero, gracias a Dios, la escuela del barrio me permitió bregar con eso. Y la gente se volvió loca y se emocionó cuando vio que regresé (a la tarima) luego de la balacera".

Su gira continúa mañana, miércoles, en Costa Rica y concluye el domingo 18 de junio, día en que se celebra el Día de los Padres, por lo que no podrá compartir con su progenitor, ni con su familia.

Este es, por cierto, el segundo año que le sucede por estar cumpliendo compromisos artísticos.

Daddy Yankee, en tanto, confesó no tener preocupación porque algún día merme el cariño y apoyo de su público, no obstante, reconoce que hay que estar "preparado porque todo tiene que acabar en algún momento".

"Este tren (del éxito) está pasando (para él) y hay que aprovecharlo para dejar un buen legado y no afanarte ante la realidad", puntualizó.