King Daddy

Raymond Ayala es conocido como “el rey del reggaeton”. Es el hombre de Gasolina, Lo Que Pasó Pasó, Rompe y varios de los temas más conocidos del estilo. Es el portorriqueño que tiene perreando a gringos, chinos y europeos. El mismo que el mes pasado hizo delirar en un mismo lugar a miles de chilenos de todas las clases sociales. Simplemente, un maestro.

Los gritos dejan un largo y molestoso pito en la oreja. Eran casi las ocho y media de la tarde de un lunes feriado y se acaban de apagar las luces del estadio. Las más de 13 mil personas que repletan el recién inaugurado Arena Santiago, el impecable estadio techado del Parque O’Higgins, no dan más. Qué Luis Miguel, Arjona o Chayanne. Nada. Todos esos “amorosos” juntos no logran ni un tercio de la euforia de ese tarde de junio. Faltaban segundos para que subieran el telón.

Puuum!! taaaaa!! Puuum!! taaaa!! Fuegos artificiales vuelan desde el borde del escenario y le dan la bienvenida a Raymond Ayala, “el rey del reggaeton” que asoma tranquilamente sentado en un trono. Sí, un ostentoso trono plateado con Daddy Yankee encima se apodera del centro del escenario. Y mientras, los guardias hacen su pega de impecable traje, corbata y todos con tapones en sus orejas. Tutá tutá / tutá tutá. El característico ritmo del reggaeton parte y Daddy, forrado en jeans y polera XL (cuando su talla con suerte será L) comienza a rapear sobre bases más que grabadas. Partía la fiesta con llamas de fuego y con un equipo de bailarinas centroamericanas con el doble de gracia y volumen que todo el team Mekano junto.

Gasolina, Lo Que Pasó Pasó, Rompe, Tu Príncipe, Gangsta Zone y una larga lista de sus hits reggaetoneros eran coreados por la colorida masa llena de cintillos, cadenas, gorros, banderas, pañuelos y cuanto accesorio encontraron para colgarse. Y Daddy, ese callejero que creció en un barrio marginal de San Juan, que quería ser beisbolista profesional, tenía en un mismo metro cuadrado a una quinceañera de Lo Barnechea con sus amigas pasándolo ”chancho” junto a un grupo de “lolas” de La Florida. Al púber de parka North Face que perreaba tímidamente con su polola, al lado de un clon de Daddy Yankee de Conchalí. A la mamá de Cerro Navia que perreaba tanto como su hijo, y al papá socio del Club de Polo mirando de reojo el espectáculo que no dejaba tranquila a su hija. Todos felices.

¿Se acuerdan de alguna “estrella” de la lambada o algún atlético grupo de axé conquistando el mercado de la música de Estados Unidos? ¿O algún niño de ojos rasgados bailando “chuchuca”? No. Eso que no pasó, Daddy sí logró. Y de pasada les tapó la boca a todos esos (no pocos) que arrugaban la frente cuando el reggaeton entraba por estos lados. Los que decían que “rasca” o “marginal”. Mentira. El reggaeton es de todos. ¿O no Daddy?

Gracias a Manuel Maira, periodista de la Tercera que escribio esto en la pagina web http://www.nervio.cl y me lo mando pa subirlo aki!!!!!! xD

Visiten la pag ta buenisima!! ;)

Saludos, xau